Una actriz se lamenta con humor e ironía de las penurias del gremio actoral mexicano, su lucha diaria por la supervivencia, todo ello dentro de un contexto de denuncia de los abusos del gobierno mexicano que abarcan un largo periodo de la historia del país. Desde la matanza de estudiantes en Tlatelolco en el 68, hasta la represión de las protestas de los docentes en Oaxaca de la actualidad.
Según la directora de Teatro Dallas, Cora Cardona, responsable de la puesta en escena, esta obra de teatro es irreverente, sexy y divertida y añade además una lúcida reflexión sobre la esencia del arte dramático y los problemas de la sociedad mexicana.