El actor Paco Ventura se pone en la piel de Ricardo III en esta versión del personaje shakesperiano en la que se realiza un correlato magnífico de rotundidad, ética, estética y política.
El actor Paco Ventura se pone en la piel de Ricardo III en esta versión del personaje shakesperiano en la que se realiza un correlato magnífico de rotundidad, ética, estética y política.
Las relaciones entre lo privado y lo público, sostienen a este Ricardo monstruoso, exhibicionista cínico, que aprovecha los puntos débiles de los regímenes legítimos para justificar su repugnante alianza con la injusticia. Ricardo es uno de esos que ascienden al poder valiéndose del sistema democrático pero sin creer en parlamentos ni democracias, es uno de esos que utilizan los votos de una manera hipócrita, ruin y absolutista.
Una suerte de monólogo con varios resortes, que se expresan de una manera tan rotunda como concluyente. Todos los tics totalitarios, todas las dejaciones, todo aquello que va en contra de la libertad del ser humano es denunciado. Colocado cada pensamiento en su casilla, en su tono, en su grosera rotundidad. A veces simbólica, en otras hiperrealista, siempre directa, siempre teatral. Texto, palabra dramática, palabra que se eleva, tanto por su cruda poética, como por su sintaxis y la prosodia empleada, para convertirse en una rotunda herramienta de concienciación comprometida.
Ricardo III se convierte en un bufón que nos muestra nuestras propias complicidades con todo lo que sucede, que nos señala por colaborar por omisión o consentimiento con regímenes que pretendiéndose democráticos se ha convertido en dictaduras. No hay estamento que quede libre de su mirada, no hay trozo de nuestra conciencia que no se vea atacado, ni poro de nuestro cuerpo que no sienta la penetración de unas verdades desagradables que nos ayudan a despertar de nuestro letargo de consumidores biempensantes.
No es un panfleto, ni una pancarta, es una gran dramaturgia realizada sin concesiones. Optimismo expresado en términos pesimistas. Un gran texto teatral, de primera categoría.
La naturaleza del poder no es ni satánica, ni de una complejidad turbia y fascinante, ni terriblemente cautivadora, no, sino común y corriente, ruin, asesina, estúpida e hipócrita.”
“Cuando un loco criminal no acaba en un manicomio o en la cárcel, sino en la cancillería o en cualquier residencia propia de un gobernante, enseguida os ponéis a buscar en él lo interesante, lo original, lo extraordinario e incluso, aunque no os atreváis a decirlo, pero sí, en secreto: la grandeza, para no tener que veros como enanos ni ver la historia universal como algo inconcebible, para que podáis seguir viendo el mundo de manera racional y para que el mundo también os devuelva una mirada racional.” “La naturaleza del poder no es ni satánica, ni de una complejidad turbia y fascinante, ni terriblemente cautivadora, no, sino común y corriente, ruin, asesina, estúpida e hipócrita.”
La fealdad es la respuesta terminal a un mundo donde el arte, la historia y la ideología han muerto, nuestros monstruos por tanto tienen que estar en consonancia directa con este imperio de abyección moral.
I
NTERPRETE Y DIRECCIÓN PACO VENTURA
AUTORA ANGELICA LIDDELL
MUSICA Y AUDIOVISUALES JUAN CARLOS GALLEGO
LA TEATRERIA DE ABREGGO
23 Y 24 DE MARZO 20 HAS.
PRECIO 10 €
Super Clean Creative Portfolio
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