El Sr. Nice Guy se sustenta en un diálogo interno en el que plantearse preguntas sobre el género y la identidad y en el que se reflexiona sobre el comportamiento de nuestra sociedad. Hay tantas voces en nuestra cabeza que limitan la libertad de expresión y nos hacen víctimas de los prejuicios de la sociedad.
Todo lo que hacemos es resultado de lo que aprendemos, pero ¿dónde está nuestra propia voz interior?
La voz del Sr. Nice Guy surge de un proceso personal en el que Anat Grigorio profundiza en su interior como mujer, bailarina, coreógrafa y como ser humano. Un montón de cuestiones pendientes de resolver rondaban en su cabeza, y decidió crear un solo en el que redefinirse desde un punto de vista personal, social y político.